miércoles, 28 de enero de 2015

Madrid se muere por los huesos de Cervantes, ¿oportunidad o amenaza para Alcalá?

Los huesos de Cervantes.

En un lugar de la cripta, de cuyos nombre empezaba por MC, no ha mucho tiempo que yacían los huesos de un escritor con muñón, chepudo y desdentado... Esa cripta se encuentra en las Trinitarias de Madrid y Ana Botella quiere dejar como legado la osamenta del 'manco' de Lepanto. Gallardón enterró la M-30 y la alcaldesa quiere desenterrar el esqueleto cervantino. Ya saben que el lema del PP es pico y pala.

Pero lo dicho, que Madrid anda loquita por los huesos de Cervantes, figura santo y seña del pasado, presente y futuro de Alcalá. ¿Corre peligro este 'monopolio' de Alcalá con el autor del Quijote, al que también han venido aspirando otros municipios como Alcazar de San Juan, Sanabria o hasta Cataluña, que se autoproclaman cuna de Cervantes?

Hasta ahora y aunque a la escultura que preside la plaza la llamamos 'monigote', la ciudad complutense explota turística y culturalmente la figura del manco de Lepanto. Cada año se entrega el Premio que lleva su nombre con presencia de sus Majestades los Reyes, aunque su asidua presencia no sirva para lograr el ansiado Patronato Real, que genere millonarias inversiones, como ya tienen Toledo o Santiago de Compostela. Por cierto, que el Patronato Real fue compromiso electoral de Rajoy, pero ya sabemos qué pasa con el programa electoral de Rajoy.

Además, miles de personas visitan cada año la Casa Museo de Cervantes en la Calle Mayor y en torno a la fecha de su bautizo Alcalá se transforma con el Mercado Cervantino, atrayendo a decenas de miles de turistas para visitar los puestos y deambular entre los olores y sabores, con Don Quijote y Sancho de anfitriones.



La ciudad de proyectos en ruinas que es Alcalá, parafraseando a Ortega y Gasset en referencia a España, viene aspirando a acoger una plataforma de empresas del castellano, al que paradójicamente denominan cluster. Pero cluster, ni en castellano ni en inglés, termina de desarrollarse ni siquiera con el paraguas de Cervantes.

Ahora, con el posible hallazgo de los huesos de Cervantes, se vuelve a plantear la pregunta que viene persiguiendo a Alcalá desde hace años: ¿favorece o perjudica estar cerca de la capital? En este caso, con el marketing de Madrid, que absorbe y capitaliza todo, y con lo mal que vendemos las cosas desde Alcalá, la ciudad puede perder ese 'monopolio' turístico del autor del Quijote. O no. Precisamente, si a Alcalá no le entra un ataque de complutonismo garrapiñado y juega bien sus cartas puede aprovecharse del rebufo y del turismo que pueden provocar el hallazgo de los huesos de Cervantes, para lo que sería necesario sumar sinergias con el próximo inquilino del Palacio de Cibeles. El 400 aniversario de la muerte del escritor puede ser una buena oportunidad para subirse al tren. ¿Oportunidad o amenaza?

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